El mole es uno de los platillos más representativos de la gastronomía mexicana, conocido por su rico sabor y su compleja preparación. Si bien la receta del mole varía de una región a otra, hay ciertas formas tradicionales y correctas de servir este delicioso platillo. En este artículo, te enseñaremos cómo servir el mole correctamente para que puedas disfrutar al máximo de esta exquisitez culinaria.
Desde la elección de los acompañamientos hasta la presentación en el plato, servir el mole de manera adecuada es fundamental para resaltar sus sabores y texturas. Sigue leyendo para descubrir algunos consejos prácticos que te ayudarán a servir el mole como todo un experto.
Elección de la guarnición
Una parte importante de servir el mole correctamente es elegir la guarnición adecuada. El mole es un platillo lleno de sabores intensos, por lo que es importante seleccionar acompañamientos que complementen y equilibren su sabor. Algunas opciones tradicionales de guarnición para el mole incluyen arroz blanco, frijoles negros, tortillas de maíz calientes y rodajas de aguacate.
Si deseas darle un toque más gourmet a tu presentación, puedes optar por guarniciones como rodajas de plátano macho fritas, semillas de sésamo tostadas o hojas de cilantro fresco picado. Estas opciones agregarán texturas y sabores interesantes que realzarán la experiencia de comer mole.
Presentación en el plato
La presentación del mole en el plato es clave para crear una experiencia visualmente atractiva y apetitosa. Para servir el mole correctamente, te recomendamos colocar una porción generosa de mole en el centro del plato, asegurándote de que la salsa cubra uniformemente el plato. Puedes formar un círculo con el mole y colocar los acompañamientos alrededor para crear un contraste de colores y texturas.
Además, puedes decorar el plato con hojas de cilantro fresco, semillas de sésamo tostadas o rodajas de chile fresco para agregar un toque de frescura y color. Recuerda que la presentación del plato no solo influye en la apariencia, sino también en la experiencia gastronómica en su totalidad.
Maridaje de vinos
Para disfrutar al máximo de los sabores del mole, es importante elegir un buen vino que complemente su sabor y potencie sus matices. Dado que el mole es un platillo complejo y con una mezcla única de sabores dulces, salados y picantes, se recomienda optar por vinos tintos con cuerpo y sabor intenso, como un Malbec, un Cabernet Sauvignon o un Zinfandel.
Si prefieres vinos blancos, puedes optar por un Chardonnay envejecido en barrica, ya que su sabor robusto y suavidad complementarán muy bien los sabores del mole. Sea cual sea tu elección, asegúrate de que el vino esté ligeramente refrigerado para resaltar sus sabores y aromas al máximo.
Conclusion
Servir el mole correctamente implica seleccionar los acompañamientos adecuados, presentar el platillo de manera atractiva en el plato y maridarlo con un buen vino que realce sus sabores. Sigue estos consejos prácticos la próxima vez que prepares mole en casa y sorprende a tus comensales con una experiencia culinaria auténtica y deliciosa.